Información sobre la ciudad Marcona
Marcona, a veces denominada como —San Juan de Marcona—, es una localidad minera y portuaria, primer y único productor de mineral de hierro en el Perú. Conocida también como la Capital del hierro y Cuna del Pingüino de Humboldt en la costa del Perú. Su población se dedica mayormente a la minería, el comercio y la pesca artesanal.
Ubicado en la costa sur del Perú a 530 kilómetros al sur de la ciudad de Lima. Comprendido en el Distrito de Marcona, Provincia de Nazca, Región Ica. Limita por el norte con la Provincia de Nazca; por el sur con la Provincia de Caravelí (Región Arequipa); por el este con la Provincia de Lucanas (Región Ayacucho) y por el oeste con el Mar de Grau.
El clima es cálido árido, con escasas precipitaciones. La temperatura máxima supera los 30 °C (enero-marzo) y la mínima de 16 °C en el mes de agosto. La temperatura promedio anual es de 18 °C a 23 °C. Durante cada cambio de estación se producen los fuertes vientos de arena y tierra llamados paracas. El relieve de Marcona se caracteriza por el desierto típico de la costa central y sur del Perú, hallándose mesetas, pampas y altos cerros; ricos en minerales como el hierro y cobre. Marcona tiene una gran riqueza marina a lo largo de su litoral; con amplias bahías, ensenadas y puntas, que dan forma a una gran variedad de playas.
Turismo
Sobresalen los hermosos paisajes costeros; con espectaculares bahías; impresionantes puntas, además de hermosas y variadas playas que disfrutar en los meses de verano; destacando las playas La Lobera, Yanyarina y La Libertad, por mencionar algunas; ideales para el Ecoturismo, sin duda todo un potencial turístico por explotar.
Además, la ciudad de Marcona cuentan con hostales donde el viajero y turista pueden alojarse cómodamente (hostales de tres estrellas a más económicos). Restaurantes donde comer de diferentes tenedores y especialidades: pescados y mariscos, platos criollos, pollerias, jugos y pizzas.
Información sobre la ciudad Catacaos
El Distrito peruano de Catacaos es uno de los diez distritos que conforman la Provincia de Piura, en el Departamento de Piura, bajo la administración del Gobierno regional de Piura, en la costa norte del Perú. Limita por el norte con los distritos de Piura y Castilla; por el sur con los distritos de La Arena y Cura Mori y con la provincia de Sechura; por el este con las provincias de Morropón y Lambayeque; y, por el oeste con la Provincia de Paita.
Desde el punto de vista de la jerarquía de la Iglesia Católica, forma parte de la Arquidiócesis de Piura.
El clima en Catacaos, como en todo el bajo Piura, es caluroso la mayor parte del año; la temperatura varia entre 16ª C como mínimo y 35ª C como máximo. Las mínimas se presentan en el periodo de invierno y las máximas entre enero y marzo, donde puede alcanzarse valores de 37ª C. La zona seca y presenta lluvias variables que cuando ocurren, entre enero y marzo, alcanzan condiciones extremas durante la presencia recurrente del Fenómeno “El Niño” – FEN. La humedad relativa en la ciudad de Catacaos es de 66% como promedio anual, aumenta en los meses denominados fríos y disminuye en el verano.
Situado a 12 kilómetros de la ciudad de Piura, es el rincón más tradicional del departamento por su festividad religiosa de la Semana Santa, por las costumbres de sus habitantes, sus chicherías, sus comidas, sus indias pollerudas, su industria de sombreros de paja, su áurea orfebrería y su alegría. Es además, la fuente obligada de los piuranos. Bajo la bandera blanca de sus chicherías, aplaca el rigor de las horas aceradas y bullentes del mediodía así como el de las horas plateadas de la tarde.
Catacaos levanta sus casas modestas y sus chozas de caña de guayaquil y de pájaro bobo, sobre los terrenos del año 1645 obsequió a los indígenas de la región Don Juan de Mori Alvarado, Vicario de la parroquia. Su vida transcurrió como la del resto de los pobladores piuranos, en el medio del silencio, sin protagonizar acontecimientos trascendentes. Es a principios de este siglo que Catacaos toma importancia, con su producto de sombreros de paja de toquilla.
Sus sombreros se exportaban a Alemania. La fibra de los sombreros tejió fortunas. Ahora esta artesanía se encuentra en declive, pero con posibilidades de un futuro mejor.
Catacaos es también la tierra de las chicherías, en cuyas puertas se levantan las banderas blancas que anuncian la chicha fresca, espumante y generosa. Sobre el suelo de tierra de la chichería se amontonan los cántaros de simbilá, con su espirituoso contenido. Sobre las mesas rústicas de madera, se llenan los potos –calabazas pulidas y vacías- que levantan la espuma del claro y del destilado. Y en torno a los cántaros pequeños, -“chirihuacos”- y el poto que debe llenarse cuando se encuentra bien seco, para que la chicha levante su espuma sedosa y fresca, se sientan los piuranos a calmar su sed. Allí se pasan el poto de mano en mano y de boca en boca, los “blancos” piuranos que humedecen sus paladares con la bebida del indio.
Cada año miles de turistas recorren la calle Comercio para adquirir joyas, sombreros y otras artesanías propias de la región.