Información sobre la ciudad Nazca
Nazca (también Nasca) es una ciudad peruana ubicada en la región centro-sur del Perú, capital de la homónima provincia de Nasca, situada en la margen derecha del río Aja, afluente del Río Grande. Situada a 439 km al sur de la ciudad de Lima, en un estrecho valle a 520 msnm.
Nasca es una ciudad muy activa, debido a la afluencia de turistas que visitan a diario las milenarias Líneas de Nazca, y también por el desarrollo en auge minero, agrícola y comercial de la zona. Cuenta con una población estimada de 39 054 habitantes para el año 2015.
Nasca es una ciudad misteriosa y llena de contrastes; a través de los años ha sufrido eventos sísmicos de magnitud; el último el 12 de noviembre de 1996, un sismo de 6,8, con epicentro en el Océano Pacífico, ([Marcona]), impactó seriamente la ciudad y más de 8.000 construcciones colapsaron totalmente y 1.600 personas quedaron heridas, anteriormente también se vio asolada el 24 de agosto de 1942, por un fuerte terremoto de 8.4, que destruyó la flamante provincia, recién ascendida a esta categoría el 23 de enero de 1941.
Nasca y el distrito de Vista Alegre conforman un solo núcleo urbano al estar ambos prácticamente unidos formando la ciudad (41.000 habitantes aproximadamente), cosa que no sucede con los demás distritos de la provincia.
Nasca era un pujante centro turístico de renombre internacional, pero ha ido decayendo por falta de atención de las autoridades de turno, tanto locales, como regionales y nacionales. La ciudad trata de recuperarse, pero la delincuencia y corrupción son los peores estigmas que sufre la ciudad en este momento.
Nasca es un verdadero nudo de las comunicaciones terrestres en el sur del país, se interconecta a través de carretera Panamericana Sur (km 439) y la carretera hacia Puquio-Abancay-Cusco (Futura Interoceánica). Además por la Panamericana sur el tráfico de pasajeros y carga es constante sobre todo en las provincias vecinas de Ica, Palpa y Marcona, además de Lima (la capital de la República), Arequipa y Tacna.
Información sobre la ciudad Catacaos
El Distrito peruano de Catacaos es uno de los diez distritos que conforman la Provincia de Piura, en el Departamento de Piura, bajo la administración del Gobierno regional de Piura, en la costa norte del Perú. Limita por el norte con los distritos de Piura y Castilla; por el sur con los distritos de La Arena y Cura Mori y con la provincia de Sechura; por el este con las provincias de Morropón y Lambayeque; y, por el oeste con la Provincia de Paita.
Desde el punto de vista de la jerarquía de la Iglesia Católica, forma parte de la Arquidiócesis de Piura.
El clima en Catacaos, como en todo el bajo Piura, es caluroso la mayor parte del año; la temperatura varia entre 16ª C como mínimo y 35ª C como máximo. Las mínimas se presentan en el periodo de invierno y las máximas entre enero y marzo, donde puede alcanzarse valores de 37ª C. La zona seca y presenta lluvias variables que cuando ocurren, entre enero y marzo, alcanzan condiciones extremas durante la presencia recurrente del Fenómeno “El Niño” – FEN. La humedad relativa en la ciudad de Catacaos es de 66% como promedio anual, aumenta en los meses denominados fríos y disminuye en el verano.
Situado a 12 kilómetros de la ciudad de Piura, es el rincón más tradicional del departamento por su festividad religiosa de la Semana Santa, por las costumbres de sus habitantes, sus chicherías, sus comidas, sus indias pollerudas, su industria de sombreros de paja, su áurea orfebrería y su alegría. Es además, la fuente obligada de los piuranos. Bajo la bandera blanca de sus chicherías, aplaca el rigor de las horas aceradas y bullentes del mediodía así como el de las horas plateadas de la tarde.
Catacaos levanta sus casas modestas y sus chozas de caña de guayaquil y de pájaro bobo, sobre los terrenos del año 1645 obsequió a los indígenas de la región Don Juan de Mori Alvarado, Vicario de la parroquia. Su vida transcurrió como la del resto de los pobladores piuranos, en el medio del silencio, sin protagonizar acontecimientos trascendentes. Es a principios de este siglo que Catacaos toma importancia, con su producto de sombreros de paja de toquilla.
Sus sombreros se exportaban a Alemania. La fibra de los sombreros tejió fortunas. Ahora esta artesanía se encuentra en declive, pero con posibilidades de un futuro mejor.
Catacaos es también la tierra de las chicherías, en cuyas puertas se levantan las banderas blancas que anuncian la chicha fresca, espumante y generosa. Sobre el suelo de tierra de la chichería se amontonan los cántaros de simbilá, con su espirituoso contenido. Sobre las mesas rústicas de madera, se llenan los potos –calabazas pulidas y vacías- que levantan la espuma del claro y del destilado. Y en torno a los cántaros pequeños, -“chirihuacos”- y el poto que debe llenarse cuando se encuentra bien seco, para que la chicha levante su espuma sedosa y fresca, se sientan los piuranos a calmar su sed. Allí se pasan el poto de mano en mano y de boca en boca, los “blancos” piuranos que humedecen sus paladares con la bebida del indio.
Cada año miles de turistas recorren la calle Comercio para adquirir joyas, sombreros y otras artesanías propias de la región.